Nos sentimos sumamente orgullosos de poder anunciar que Osarten, da su apoyo al I Congreso Prevencionar, convirtiéndose en patrocinador oficial de este.
Sobre Osarten:
Osarten Kooperatiba Elkartea es un servicio de prevención mancomunado cuya misión es promover la seguridad y salud de los trabajadores de las empresas asociadas mediante la gestión mancomunada de los recursos necesarios, así como la realización de actividades complementarias relacionadas con la salud en general.
Somos un equipo de profesionales con amplia experiencia en el ámbito de la consultoría y asesoría técnica orientada a la prevención de riesgos laborales y la salud.
Nuestro objetivo:
Trabajadores sanos, en empresas saludables
Osarten, como Servicio de Prevención Mancomunado tiene como objetivo promover la seguridad y salud de los trabajadores de las empresas asociadas mediante la gestión mancomunada de los recursos. Por esta razón, Osarten ha venido trabajando con todas las empresas, asesorando, colaborando y buscando sinergias para ir avanzando hacia la consecución de nuestra visión, que la hemos definido como «ser la mejor experiencia para promover y asegurar la salud de los trabajadores mediante la intercooperación».
A pesar de la coyuntura derivada de la crisis económica y las dificultades existentes, somos conscientes de que afortunadamente la prevención está teniendo un creciente peso en nuestras organizaciones.
Hay una conciencia de necesidad de cambio y de que este es posible, aunque ello no suceda de igual manera en todas las empresas.
En 2015 la Ley de Prevención de Riesgos Laborales cumplió 20 años y vemos cómo en muchas empresas vamos superando aquella razón inicial de hacer prevención, que era principalmente por el cumplimiento legal y por la amenaza de la sanción. Y este es un cambio al que doy especial importancia y en el que quiero detenerme.
La energía que moviliza a las organizaciones puede provenir básicamente de dos fuentes: el miedo y la aspiración. El poder del miedo es la base de las visiones negativas. El poder de la aspiración maneja las visiones positivas. El miedo puede producir extraordinarios resultados en periodos cortos, pero la aspiración sostiene un recurso continuo de aprendizaje y crecimiento. Y ahí se sitúa nuestro reto de futuro: hacer de la seguridad y la salud de las personas un horizonte aspiracional para nuestras organizaciones. Pasar del cumplimiento normativo a la aspiración de un entorno laboral seguro y saludable, pasar del deber al querer, de la obligación a la convicción.
Desde la prevención de los riesgos laborales, pasando por la cultura preventiva hasta llegar a la empresa saludable, vemos que gradualmente estamos evolucionando de lo normativo a lo comportamental, de contar con los recursos materiales y normativos necesarios a la gestión de los comportamientos colectivos.
En este camino de transformación, hay dos palancas que nos vemos obligados a gestionar necesariamente: las voluntades y los hábitos de las personas.
Las normativas pierden eficacia si no están aliadas con las voluntades. La voluntad ganada manu militari no es voluntad, sino un sucedáneo. Las lealtades obtenidas de esta manera funcionan sólo a corto plazo. Las personas cumplen órdenes mientras no les quedan alternativas, pero cuando se aflojan los controles y la vigilancia, todo vuelve a su origen. Por esa razón, entendemos que la inversión realizada en la involucración de las personas en torno el objetivo de la prevención y la salud es la más rentable a largo plazo. Y eso nos lleva a compartir los porqués y los paraqués con los protagonistas, hacerles partícipes de los cómos y darles un papel central en la función. Al fin y al cabo, tratar a las personas como adultos, asignándoles voluntad y responsabilidad, algo que puede parecer de sentido común, pero que no es una práctica común.
Una vez ganadas las voluntades, el querer, habrá que trabajar los hábitos. Sin hábitos, la voluntad corre el riesgo de dispersarse y terminar decayendo. Son los hábitos los que nos ayudarán a asentar el cambio. Y los hábitos se construyen a base de la reiteración de actos. A fuerza de actuar un día y otro en un determinado sentido el hábito va calando en las personas, como el músculo toma forma y coge fuerza con el ejercicio. Y la consecución de objetivos valiosos exige esfuerzo, disciplina y también paciencia. Y aquí radica la diferencia entre unas organizaciones y otras, entre intentarlo y conseguirlo.
En los contextos organizativos actuales, promover la seguridad y la salud significa más que nunca ir aprendiendo a influir en los comportamientos de las personas, ganando voluntades y enraizando hábitos. Sabemos que siempre que hay personas por medio, la cosa se complica. Pero es imposible revertir la naturaleza de las cosas y escaparnos por atajos: tendremos que ir aprendiendo a hacerlo cada vez mejor, sabiendo que la tarea es compleja, dando valor a lo aprendido, no sólo a lo logrado. Jornadas como la de hoy, en las que podemos compartir inquietudes, preguntas y experiencias, son fundamentales para ir enriqueciéndonos mutuamente.
Este es un horizonte de aprendizaje apasionante y lleno de sentido: hay pocas metas tan significativas como la de trabajar por la seguridad y la salud de las personas.
Muchas empresas asumen obligaciones sobre la seguridad y la salud por necesidad. Unas pocas las consolidan por convicción, y queremos ser una de ellas. Cualquiera que comparta ese objetivo está invitado a compartir, cooperar y aprender.