Javier Llaneza «No todo vale en prevención»

¿Quién es Javier Llaneza y cuál es su relación con la Seguridad y Salud?

Un ergónomo comprometido y promotor. Inicie mi vida laboral como ingeniero en los sectores de la minería y construcción, unos años después comencé a trabajar en el campo la prevención de riesgos laborales, en 1987 contratado por ENSIDESA obtuve un diploma de Ergonomía en la Sorbona. Desde la Seguridad e Higiene en el Trabajo a la Seguridad y Salud, un proceso evolutivo marcado por la Ergonomía y a cuya transición he contribuido desde diferentes ámbitos, siempre como ergónomo, una profesión que defiendo y con la que convivo en plena armonía.

No existen referencias expresas en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales a los riesgos ergonómicos y psicosociales. Sólo se refiere a estas disciplinas en su art. 15 cuando habla de los principios de la actividad preventiva en lo que se refiere a la adaptación del trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los puestos de trabajo…con miras…a atenuar el trabajo monótono y repetitivo y a reducir sus efectos en la salud. ¿Qué lectura hace sobre esta cuestión?

Antes de que existiera la Directiva marco y su correspondiente transposición ya se hacía Ergonomía en España. A finales de los años ochenta empieza a existir una presencia institucional en la industria y en la universidad de esta disciplina. Se organizan entonces los primeros cursos universitarios, en algunos casos como títulos propios de la Universidad, bien como Máster o cursos expertos. Destacar las dos primeras ediciones realizados en la Universidad de Oviedo en 1991 y 1993 por la Escuela de Ingenieros de Minas, con ENSIDESA y la Comisión de Seguridad en la Industria Siderometalúrgica (CSIS). Otros cursos destacados en un intento por implantar un marco formativo en la disciplina, fueron los impartidos en la Escuela de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Barcelona (UPC).

En 1989 después de jornadas y encuentros en congresos se constituyó la Asociación Española de Ergonomía (AEE) y se integró ese mismo año en la Asociación Internacional de Ergonomía (IEA). Su primer presidente fue el Dr. Manuel Moncada, Jefe del Servicio Médico de General Motors en la factoría de Figueruelas (Zaragoza). Conviene recordarlo ahora que proliferan las asociaciones relacionadas con la prevención, la para-prevención y la cuasi-prevención.

Volviendo a la cuestión del artículo 15, que figure en el apartado de los principios de la acción preventiva me parece muy útil por su potencialidad, se trata de un principio básico: adaptar el trabajo a la persona, considerando sus límites, su experiencia, etc. y asumiendo que en ese marco la adaptación es un proceso que ha de implicar esfuerzo personal, inteligencia, estrés, fatiga y satisfacción. Una adaptación activa e interactiva entre la persona y los ambientes técnicos y organizativos del trabajo, diseñados según la normativa legal, técnica y los criterios científicos.

Es en el RD 39/97, el Reglamento de los Servicios de Prevención el que menciona de forma expresa la disciplina de Ergonomía y Psicosociología Aplicada; art. 20 en relación a los conciertos de la actividad preventiva, Anexo IV sobre contenido mínimo del programa formativo para el desempeño de las funciones de nivel superior… ¿Piensa que las disciplinas de Ergonomía y Psicosociología Aplicada no han sido bien tratadas en la legislación? ¿Cree que debería gozar de otro reconocimiento legal?

El reconocimiento institucional del TSPRL ha sido muy importante. Este reglamento es un referente diferencial con otros países europeos. Permitió reconocer tres niveles formativos: Básico, Intermedio y Superior, y tres especialidades preventivas, con su programa formativo, dando solución a un vacío legal existente hasta 1997, dado que no había titulaciones especializadas ni habilitantes para trabajar la prevención de riesgos. En el caso de la Ergonomía y Macroergonomía (en 1997, Psicosociología Aplicada) se paso de una titulación universitaria (títulos propios) a la formación exclusiva reconocida por la Autoridad Laboral y desde 2010 a los múltiples y heterogéneos Máster universitarios oficiales. Sin olvidar la existencia desde los años 90 de la asignatura de Ergonomía en diferentes títulos de 1er y 2º ciclo.

No hay ningún país de nuestro entorno con esta regulación legal que habilite para el empleo de esta especialidad preventiva; fuera de la prevención otra formación, cualificación y competencias, son requeridas para optar al empleo de ergónomo o ingeniero del factor humano.

Ese escaso reconocimiento legal ¿Cree que ha contribuido a que se conozca esas disciplinas como las “Hermanas pobres” de la PRL?

No creo que haya disciplinas preventivas pobres, en todo caso lo que se ha producido ha sido un empobrecimiento de la prevención aprovechando las nuevas exigencias económicas en las organizaciones: productividad, disminución de las plantillas, aumento de la carga de trabajo, etc.  Sin embargo no dejan de aparecer datos que analizan la rentabilidad de las inversiones dirigidas a mejorar la salud laboral, es cierto que sin la suficiencia evidencia científica, e incluso que las cifras de esos costes (estrés por ejemplo) lleven a un real cambio en la gestión de los riesgos psicosociales. Toda una estrategia para justificar que la prevención low cost puede ser tan eficiente como la otra, y que nunca ha sido premium.

Las presiones aplicadas en busca de la eficiencia económica de las empresas privadas, la supervivencia de las pymes o la eficiencia de la función pública para las organizaciones de la Administración han supuesto un ajuste en la prevención. Cuando las empresas invierten en su sistema de producción para la obtención de beneficios, por lo general sólo tienen en cuenta las variables organizativas, técnicas y financieras; posteriormente se enfrentan a dificultades en la gestión de los recursos humanos que raras veces son abordadas como un riesgo psicosocial o un problema de salud laboral.

Claro que si algo es manipulable esa es la Psicosociología desde sus postulados académicos y como especialidad preventiva. Porque el tratamiento de lo psicosocial no está libre de los mismos peligros que otras disciplinas científicas, básicas o aplicadas. Por una parte, existen intereses externos al campo científico, en especial económicos y políticos, que amenazan su autonomía. La pérdida de autonomía de la ciencia es posible gracias a que los grupos de científicos  son subordinados  y endogámicos,  inclinados a aceptar esas presiones externas a cambio de la mejora de sus propias posiciones profesionales, o de su estatus académico. Y por otra parte, la Psicosociología sigue siendo relegada con diferentes argumentos, mientras que los charlatanes de la prevención ganan terreno con argumentos más cercanos a la parapsicología o a los libros de autoyuda.

El reconocimiento legal no es relevante cuando hasta el propio organismo encargado de hacer cumplir la ley, ha sufrido una reducción en la plantilla de inspectores especializados en la prevención de riesgos.

¿Cuáles cree que son las luces y sombras que rodean a estas disciplinas?

Las luces son brillantes, con algún apagón en las grandes empresas y débiles, fugaces lóbregas y mortecinas, en el 95% de las empresas.

En la Administraciones Públicas, que deberían ser ejemplares, la acción es más lenta que las Políticas y los protocolos, atenuantes “por si pasa algo”. Organizaciones donde la organización del trabajo se sigue manteniendo bajo los principios de jerarquía y burocracia, con efectos claros sobre la salud laboral. Cuando los riesgos son para la Psicosociología, la gerencia toma nota y las posibles acciones preventivas quedan ocultas por la gestión de los recursos, el cambio de puesto o una breve charla sobre el estrés.

La optimización de los recursos humanos también llegan a la prevención salvando las obligaciones legales, y así en la mayoría de las empresas el ergónomo es un prevencionista para todo, su dedicación es parcial y sus funciones son compartidas con otras especialidades. El desarrollo profesional de los ergónomos dentro de las organizaciones debe trascender del aspecto legal de la seguridad y la salud en el trabajo, de la motivación extrínseca y coercitiva de la legislación a la motivación intrínseca como valor añadido a las estrategias de las empresas en su objetivo de mejores resultados globales.

A las empresas les preocupa más la Economía que la Ergonomía, y en ellas los costes y beneficios de las propuestas ergonómicas rara vez se muestran como argumento. Las intervenciones y propuestas ergonómicas deben estar sostenidas por argumentos económicos o de negocio para ser consideradas de manera seria por las empresas. Para los ergónomos es un recurso muy importante poder “vender” la Ergonomía a los gestores basándose en los argumentos de coste-eficacia-eficiencia.

La implicación de la Ergonomía es ir más allá del papel tradicional del ergónomo como experto reparador de las condiciones de trabajo y asumir papeles como un Project manager que anticipe los problemas o los fallos, o un mando de proximidad capaz de escuchar y motivar a los empleados.

La profesión del Técnico de Prevención no goza tampoco de un gran reconocimiento. Pero ¿y el Ergónomo?

La Ergonomía y el ergónomo tienen un reconocimiento antes de la Ley de Prevención, dado que su campo va más allá de la seguridad y la salud laboral.

La Ergonomía está en la Universidad y en la empresa, en las organizaciones públicas y privadas y en los Institutos de investigación y desarrollo. Los debates entre la investigación y la práctica son habituales en disciplinas aplicadas y las discusiones sobre la investigación y la actividad empresarial, la investigación experimental y los métodos de transferencia de conocimiento, constituyen en el caso de la Ergonomía una cuestión de permanente actualidad.       Existen múltiples congresos internacionales de Ergonomía organizados por sociedades científicas y profesionales como la Asociación Internacional de Ergonomía (IEA), la Societé d’Ergonomie de Langue Française (SELF) o la Applied Human Factors and Ergonomics (AHFE), o los nacionales que organizan la AEE y PREVERAS desde el año 2000. No existe nada parecido en otras especialidades preventivas.

En la tendencia hacia una prevención de mínimos, del ergónomo, podríamos decir citando a León Felipe, que: “ha de intentar ser eminente en profesión humilde que es ser grande en lo poco, es ser algo en nada.”

¿Cómo puede “globalizarse” la Ergonomía y al Ergónomo?

En los momentos actuales la preocupación por el empleo es lo más importante, dejando en segundo lugar la cuestión sobre la que se centraba la Ergonomía: las condiciones de trabajo. Los ergónomos se van claramente influidos por la globalización y la transformación del empleo y de las relaciones laborales. La introducción de las nuevas tecnologías, el envejecimiento de las plantillas como elementos más característicos generan desigualdades profesionales en materia de seguridad y salud.

De hecho, las nuevas tecnologías (realidad virtual, nuevas interfaces…) continúan haciendo preguntas a la Ergonomía destinadas a lograr productos eficientes, seguros y agradables. Del mismo modo los cambios demográficos (envejecimiento, formación) y económica (globalización, cultura,…) implican la producción de modelos para entender las acciones necesarias asegurando altos niveles de satisfacción para las personas y buenos resultados para las empresas.

Es importante que nuestra disciplina y profesión sigan contribuyendo a hacer más productivas y humanas las empresas, con permiso de Frederick Winslow Taylor. Existen retos relevantes como el incremento y mejora de la productividad, el rendimiento y el desempeño, una gestión más adecuada del absentismo y presentismo, la mejora del diseño del trabajo con el fin de hacerlo más motivador, eficaz y productivo adecuándolo a los diferentes grupos de trabajadores entre los que hay que considerar explícitamente los trabajadores mayores.

Y no olvidemos nunca que las aplicaciones de la Ergonomía se extienden cada vez más fuera del trabajo en sectores como: educativo, transporte, arquitectura y urbanismo, etc.

Los cambios se están produciendo de forma vertiginosa en el mundo de trabajo; industria 4.0, robots colaborativos, trabajo remoto…en definitiva, nuevas formas de trabajo y nuevos riesgos. ¿A qué retos se enfrenta la Ergonomía considerando este nuevo escenario?

Según el Foro Económico Mundial, la digitalización de la industria puede conllevar la desaparición de 7,1 millones de puestos de trabajo y la creación de 2,1 millones de nuevos empleos. Al igual que la Ergonomía ha estado presente en todos los grandes cambios tecnológicos anteriores, en las líneas de montaje, en el diseño del software y hardware, en el interface hombre-máquina, en la creación de salas de control o en la introducción nuevas tecnologías, tendrá un papel clave en estos cambios actuales.

El reto que se plantea es el de guiar estas transformaciones con el fin de evitar un mayor deterioro de las condicio­nes de trabajo y aprovechar todas sus potencialidades de mejora.

¿Cómo de importante es la Ergonomía en la fase de diseño industrial? ¿Es una aliada estratégica en las organizaciones?

La importancia de la Ergonomía en el diseño de maquinas y equipos está recogida en la propias normas técnicas, tanto ISO como en las nacionales (AENOR, AFNOR, DIN,..). Por señalar una norma actualizada, la ISO 6385:2016. Principios ergonómicos para el diseño de los sistemas de trabajo, establece el papel central del hombre, del factor humano en un proceso creativo al mismo nivel que el técnico.
También describe un enfoque integrado para el diseño de sistemas de trabajo en el que los ergónomos cooperan con otros profesionales involucrados en el diseño, teniendo en cuenta de manera equilibrada tanto las necesidades humanas, técnicas y sociales, en el proceso de diseño. Un enfoque en síntesis: participativo, multidisciplinar, iterativo y global

No cabe duda de que para avanzar en prevención es necesario integrar la Ergonomía en los proyectos de concepción, a fin de garantizar que las nuevas situaciones de trabajo sean compatibles con la seguridad y la salud de los trabajadores. La Ergonomía de concepción es, por tanto, anticipadora, y su metodología es participativa, pero la cuestión capital es que los gerentes y los responsables de los proyectos, los Project manager, incorporen e integren la Ergonomía para garantizar, además, la participación de aquellos que, tienen aportaciones clave, como son los usuarios y los trabajadores, y que deben ser gestionados.

La rentabilidad funcional social y económica  que tiene la Ergonomía incorporada en fase de diseño para nuevos proyectos, es algo que está más que constatado por los ergónomos que trabajan en la industria de este país, sectores como la siderurgia y el automóvil han sido los más avanzados en beneficiarse de la ergonomía de concepción o diseño; el ahorro de tiempo, coste económico y conflictos a causa de un diseño no integrado ergonómicamente, es un claro indicador del grado de desarrollo empresarial y organizacional.

Con la robotización el papel de la comunicación hombre-máquina es clave para facilitar una interacción eficiente y segura. La Ergonomía contribuye al diseño de exoesqueletos y otros robots colaborativos, reduciendo las lesiones musculo-esqueléticas y los microtraumatismos repetitivos

Cada vez más, las empresas están adoptando sistemas de gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo con un enfoque más global y se están incluyendo programas de promoción de la salud en los lugares de trabajo, etc. ¿Cree que el modelo de empresa saludable son una tendencia pasajera?

Asistimos al todo vale y a la proliferación de disciplinas para-preventivas, que son capaces de hipnotizar tanto a los prevencionistas mas expertos que buscan, finalizando su vida laboral, una manera de continuar en el escenario, como a los advenedizos, académicos que hacen antropología laboral desde el aula, falsos prevencionistas, desempleados convertido en consultores, etc. que han encontrado un campo abonado para las palabras pomposas, que necesitan ignorar una realidad laboral:  la ausencia de integración de la prevención de riesgos laborales en la pequeña y muy pequeña empresa, el 99 % del total de las empresas. Se trata de repetir los sofismas preventivos como si fueran realidad, de aceptar con resignación los accidentes, de hacer deporte con una camiseta corporativa después de hacer una zanja, o de hacer dieta vegana tras consumir 2500 kcal.. Y si todo esto no funciona debemos culparnos solo a nosotros mismos, por lo que nos trae el destino y no haber sido suficientemente resilientes vs. supervientes.

Cuentan con la colaboración de quienes están poco dispuestos a cumplir seriamente con las obligaciones preventivas, y disponibles de organizar encuentros privados donde se predica este modelo, como antes otros que hablaban de la responsabilidad social empresarial y era compatible con las sentencias judiciales por acoso o el aumento de sociedades en paraísos fiscales, acabara cayendo en el olvido por sus propias contradicciones.

Los enfoques globales en esta materia chocan con la tendencia a la individualización, favorecida por la crisis y potenciada por las nuevas tecnologías, los trabajos colaborativos, o la disminución del empleo. Por el contrario la individualización creciente de la organizaciones empieza por la propia remuneración y los incentivos, se apoya en los discursos de la piscología positiva, del compromiso con la empresa, siguen con la imposible desconexión tecnológica que acaba haciendo al trabajador responsable de su propia seguridad.

Los modelos de empresa saludable prestan una especial atención a la disciplina de Psicosociología Aplicada; factores de riesgo psicosocial, evaluación psicosocial…¿El fin justifica la adopción de este modelo?

Tras muchos años trabajando como ergónomo y prevencionista en la especialidad, me planteo si los profesionales estamos haciendo lo suficiente para reducir los riesgos psicosociales, -mas allá de hablar del estrés, del acoso o de las eternas cuestiones metodológicas, y al margen de las ejemplares sentencias judiciales- o si por el contrario existe una frustración ante el desamparo de las diferentes Administraciones, cada vez con menos recursos y dispuestas de colaborar por acción u omisión en estos programas alternativos no preventivos, pseudo-científicos, con argumentos tautológicos, proposiciones de sentido común,… donde las patologías laborales han dejado de nombrarse para ser sustituidas por palabras sinónimas como: felicidad, bienestar, saludable, … y finalmente todos tan contentos, encantados de haberse conocido y hasta el próximo encuentro de positivos con expectativas optimistas.

No podemos confundir la especialidad preventiva con la que sustenta este modelo, la Para-psicosociología Aplicada que defino, salvo mejor alternativa, como: “Estudio científico de experiencias que, si son lo que parecen ser, están, en principio, fuera del dominio de la prevención primaria. Así, los riesgos psicosociales son fenómenos paranormales que señalan un temor irracional de la Dirección a su gestión, y que al no ser reconocidos por la prevención ortodoxa, son abordados por técnicas esotéricas como la japiolgía, la positividad, el coaching, o la afectología, entre otras”

…. El día que esta especialidad paralela sea capaz de eliminar la fatiga, el estrés, el acoso laboral o el absentismo estaremos abordando seriamente de prevención. Hasta entonces seguirán hablando de lo que debería ser, de lo que se debe comer o de la calidad de vida, cuestiones tan relacionadas con el salario como con la cultura. Siempre es sido más cómodo colocar máquinas expendedoras donde haya fruta o colocar una mesa de pingpong que cuestionar la organización del trabajo. Mientras tanto y de lo que nadie tiene la menor duda que es un magnifico negocio para los apóstatas y prevencionistas alienígenas que como los escritores de los libros de autoayuda, son los únicos beneficiados con productos que promocionan con un lenguaje impreciso y acientífico, antagónico a la prevención de los riesgos laborales.

Cada vez más se realizan evaluaciones ergonómicas y psicosociales. Pero parece que no se pasa a la acción. Las estrategias de intervención tanto en Ergonomía como en Psicosociología Aplicada ¿son una “realidad virtual”?

La intervención va a estar siempre determinada por la naturaleza y la magnitud del problema que se pide resolver, y el análisis global, social y causal de esa demanda es el principio de toda intervención.

Las evaluaciones nunca son finalistas solo el medio para eliminar los riesgos o mejorar las condiciones de trabajo, pero las propuestas correctivas, la intervención o la implementación de las medidas deben ser acordadas a priori en función del marco económico social de la empresa o de su plan estratégico. La realidad de la empresa que debe ser conocida por el ergónomo para que sus propuestas finales, basadas en la evaluación, en las experiencias existentes y en la literatura científica, no acaben siendo parte de un documento olvidado en un cajón, convertidas en realidad virtual.

Participa en I Congreso Prevencionar con la conferencia magistral “La omisión de los riesgos psicosociales no es positiva: Ni te hace feliz ni es saludable” ¿Puede hacernos un adelanto de lo que se hablará en ella? ¿Porque los asistentes no pueden faltar a ella?

La apología de la pseudo-prevención es un signo distintivo de los movimientos que combaten la prevención primaria y que pese a la añagaza de complementar, van contra ese principio fundamental y legal: el origen de los riesgos y la organización del trabajo. Desde la vuelta al ABC, la insistencia en actuar sobre el comportamiento del individuo, la positividad y el negocio paralelo de la felicidad, el pensamiento optimista, el bienestar o los hábitos saludables, todo parece estar dirigido a hacer del individuo, del asalariado, el único responsable de lo relacionado con la seguridad y la salud, y no solo con la suya; si ocurre un accidente ferroviario todos saben que el culpable siempre ha de ser el maquinista. Por mucho que la crisis económica haya servido para justificar la crisis de la prevención y pasar de la racionalidad preventiva al campo de la moralidad y la responsabilidad del individuo, la organización del trabajo es clave en condicionar la exposición a los riesgos laborales, tanto los tradicionales como los mal llamados emergentes.

Planteamientos como la felicidad en el trabajo o el bienestar laboral son además de vaguedades, manifestaciones ideológicas defensivas frente a los riesgos relacionados con la organización del trabajo o psicosociales.

¿Por qué cree que los profesionales del sector de la Seguridad, Salud y Bienestar en el Trabajo deben asistir al I Congreso Prevencionar?

Porque es un congreso global y sé que ha estado en su planteamiento inicial hacer las cosas de manera diferente, empezando por la organización y continuando con criterios técnico-científicos más que sociales o de amistad en la elaboración del programa.

Porque confío que será un congreso de prevención menos endogámico, pensando en primer lugar en los riesgos del trabajo y la cadena de mando, y luego en los prevencionistas, expertos, estudiantes y académicos. La repetida integración ha de ser visible en estos encuentros y para ello es fundamental que los mandos y técnicos de otros departamentos estén en estos eventos, más cuando se insiste en que la prevención es cosa de todos. El ajuste de las plantillas dificulta la asistencia de esos colectivos y los congresos acaban siendo una especie de “deja vu”. Cuando un Director o cualquier otro cargo directivo asiste a un congreso de prevención con el objetivo de hacer visible las supuestas virtudes de su empresa, bien en la prevención aparente o en lo que aparenta ser prevención, deberíamos preguntarnos si cree que al mismo tiempo que pontifica sobre lo importante que es en su organización la prevención, no sería acertado que los responsables y técnicos del servicio de prevención, y de otros departamentos pudieran asistir igualmente.

Porque en este congreso no hay académicos puros de esos que desconocen el mundo de la empresa, que investigan con los que están en las aulas, los alumnos, por comodidad y docilidad; esperando que el congreso facilite la creación de estructuras de investigación universidad-empresa. Tampoco se distinguen en el programa los impostores que pretenden eliminar los riesgos psicosociales, desde el despacho del gerente sin pisar la fabrica, o administradores dispuestos a hacer una evaluación de riesgos psicosociales sin preguntarles a los trabajadores o atentos a lo que van a responder en un ítem para que rectifiquen, si no es la opción que conviene.

Espero que este congreso devuelva el protagonismo a los trabajadores de la prevención, pero no por su visibilidad, su influencia o su ubicación en el organigrama, sino por el reconocimiento de su compromiso como mando con la prevención en el proceso productivo.