¿Quién es Guillermo García González? ¿Cuál es su relación con la Seguridad y Salud?
Soy Doctor en Derecho y Profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). He dedicado toda mi vida académica y profesional al ámbito de la prevención de riesgos laborales. Mi labor principal es docente, dirigiendo en la actualidad el Grupo de Investigación «Trabajo Líquido y Riesgos Emergentes en la Sociedad de la Información» (TR3S-i). Mi actividad docente se ha visto acompañada de una intensa labor en el ámbito sectorial de los servicios de prevención, en mi calidad de Director de Grupo OTP- Oficina Técnica de Prevención. En la actualidad ostento el cargo de Secretario General de ANEPA y soy miembro de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.
En los últimos años hemos asistido a una redefinición del mercado de los operadores de prevención en nuestro país provocada por los cambios legislativos, entrada de empresas de capital riesgo adquiriendo uno o varios Servicios de Prevención, compras de carteras de clientes…sin olvidar una coyuntura económica desfavorable. Algunos SPAs y Grupos Empresariales, se han quedado por el camino otros, sobreviven pensando en tiempos más estables y adoptando medidas económicas, organizativas (EREs, despidos…). En cualquier caso, se ha dibujado un nuevo mapa ante el que se está a la expectativa (futuro del empleo del sector por ejemplo así como la calidad en la prestación del ser servicio). ¿Cómo ve el futuro de la prevención en el sector de los operadores de PRL? ¿Ha llegado la estabilidad al sector?
Todo apunta a que se ha alcanzado una cierta estabilidad, aunque posiblemente aún nos queden distintas operaciones que dibujen un sector diferente. Creo que en los próximos cinco años tendremos un mapa más estable, pero hoy en día todavía nos encontramos ante un escenario de ajustes y estructuración del sector de los servicios de prevención.
Recientemente y después de una negociación de 5 años, se ha firmado el II Convenio Nacional de Servicios de Prevención Ajenos. Un convenio de transición ¿Por qué?
Las razones que llevaron a consensuar un convenio colectivo de transición han sido múltiples. Las partes negociadoras cedieron parte de sus pretensiones iniciales y optaron por llegar a un acuerdo de mínimos que proporcionara estabilidad al sector. Esta estabilidad resultaba necesaria por dos motivos principalmente. Por una parte, la inestabilidad del sector de los servicios de prevención ajenos y los procesos de reestructuración que aún hoy se están viviendo hacían aconsejable el generar un marco de estabilidad en las relaciones laborales del sector que delimitara las reglas del juego de los distintos actores con intereses en el mismo. Por la otra, las distintas propuestas normativas que sin la reflexión necesaria se estaban generando desde distintos grupos políticos hacían preciso reafirmar a los servicios de prevención ajenos como un sector clave en la seguridad y salud laboral en nuestro país.
Los Servicios de Prevención Ajenos tienen una importante responsabilidad social debido al bien que se trata de proteger, la Seguridad y Salud de los Trabajadores. El II Convenio Nacional incorpora un Observatorio de Servicios de Prevención Ajeno. ¿Cuál es la finalidad con la que nace el Observatorio?
El Observatorio Sectorial surge con el fin de que los agentes sociales implicados en el sector formulen análisis conjuntos y participativos de la realidad sectorial, la competitividad y su evolución, el posicionamiento de las empresas en el mercado, la mejora de las condiciones laborales y de la calidad en el empleo, la formación e igualdad de oportunidades a partir de la diversidad de entidades incluidas en su ámbito de aplicación, y otros muchos temas de interés sectorial. El Observatorio aspira a constituirse como una herramienta ágil y flexible que posibilite articular la necesaria dignificación del sector de los servicios de prevención de riesgos laborales y destacar su función social en la mejora de las condiciones de seguridad y salud de empresas y trabajadores.
Con frecuencia tanto empresas, como trabajadores y la sociedad en general tienen una imagen poco valorada de los Servicios de Prevención y de sus profesionales, siendo más acusada en el área técnica. ¿Porqué? ¿Cómo se puede contribuir a que se tenga una percepción más valorada de esta actividad y profesión?
Este es uno de los retos más importantes que tienen los servicios de prevención a corto y medio plazo: explicar su función y poner en valor sus aportaciones en la mejora de la seguridad y salud de los trabajadores. Es evidente que las causas que han llevado a esta visión sesgada sobre los profesionales de la prevención de riesgos laborales son múltiples, siendo la fundamental el contexto en el que surgieron los servicios de prevención y las disfunciones que se generan indefectiblemente en el proceso de conformación de cualquier sector. Cambiar la percepción que actualmente se tiene sobre los técnicos de prevención de riesgos laborales y los servicios de prevención no es tarea fácil. Junto a un ejercicio de autocrítica de los propios servicios de prevención, analizando y corrigiendo los déficits que tradicionalmente les han acompañado, resulta precisa una labor de información continua que permita presentar a la sociedad el papel real que juegan los servicios de prevención en la seguridad y salud laboral en nuestro país.
La innovación es un factor diferenciador y que contribuye a la competitividad empresarial. La innovación en PRL es también claramente necesaria (metodologías, herramientas, técnicas de formación, gestión…). ¿Cómo está siendo la aportación de los Servicios de Prevención Ajenos a la innovación? ¿Se invierten recursos humanos y económicos en esta área por parte de estas sociedades?
Innovar en nuestro país es cuestión difícil por la escasez de recursos e incentivos que se asocian a la innovación. Los servicios de prevención ajenos cuentan con las mismas dificultades que cualquier otra empresa para poder innovar, si bien, en su caso, deben añadirse el incierto marco normativo y su corto periodo de existencia. La capacidad de innovación de los servicios de prevención es heterogénea en función de distintos factores, como su tamaño y su capacidad económica. No obstante las dificultades apuntadas, cada vez son más los servicios de prevención que apuestan por la innovación y el desarrollo de nuevos procedimientos y metodologías. La innovación como elemento consustancial de la actividad productiva constituye uno de los retos inmediatos de la sociedad española en general, y también en consecuencia de los servicios de prevención.
Los Servicios de Prevención son un entorno muy propicio para realizar estudios de investigación por el volumen de trabajadores a los que se da cobertura, y nos referimos a estudios de investigación tanto en el área técnica como en el área sanitaria (desarrollo de métodos de evaluación de riesgos, impacto sobre la salud laboral de una determinada condición de trabajo, prevalencias de enfermedades profesionales…). ¿Por qué sigue siendo una asignatura pendiente?
Creo que en breve dejará de serlo. Nos encontramos en pleno proceso de elaboración de un informe sectorial que, con el apoyo de la administración y de la universidad, realizará un completo análisis de todos estos extremos. Es cierto que los servicios de prevención han venido marcados en sus veinte años de existencia por continuos cambios normativos que les han dificultado esta tarea fundamental, pero si se goza de una cierta estabilidad normativa, los servicios de prevención están llamados a constituirse como una fuente de información esencial para la mejora real de las condiciones laborales. Por otra parte, no puede desconocerse que para que esta labor resulte eficaz se deben implementar políticas públicas que faciliten la transmisión y tratamiento de la información que generan los servicios de prevención ajenos a las distintas administraciones competentes. Esta es una de las reivindicaciones constantes que desde los servicios de prevención ajenos se ha venido formulando: la necesaria coordinación de las distintas administraciones con competencias preventivas entre ellas, y con los agentes claves en el ámbito de la seguridad y salud, entre los que se encuentran los servicios de prevención ajenos.
Transcurridos más de 20 años de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales ¿Podemos hablar ya de lugares de trabajo generadores de salud? ¿Se ha pasado ya de una prevención formal a una prevención material?
Se está en ello. Nos encontramos en pleno proceso de cambio entre la prevención y las organizaciones generadoras de salud. El cambio de un modelo protector a un modelo preventivo creo que ya lo podemos dar por interiorizado, estado en proceso de consolidación. Empezamos ahora el tránsito entre la prevención y las organizaciones como espacios generadores de salud; tránsito que será costoso en tiempo y dedicación, pero que debe ser concebido como la meta más inmediata en el ámbito de la seguridad y salud laboral. Para ello, resulta preciso superar definitivamente la prevención formal, la estética, y optar por una prevención material, la ética. Este cambio de mentalidad requiere de tiempo, pedagogía y de una labor que desborda el campo de lo meramente preventivo y se adentra en todos los ámbitos de nuestra sociedad, por lo que precisa de políticas públicas trasversales que van más allá de las estrictamente sociolaborales.
Es usted profesor de Derecho del Trabajo y Seguridad Social en la UNIR. ¿Cuál cree que es el futuro del trabajo? ¿Y el trabajo del futuro?
Pregunta sencilla con una difícil respuesta. En el momento actual nos encontramos en una situación de transición entre la vieja sociedad industrial y la nueva sociedad del conocimiento. Este cambio, lejos de ser coyuntural, se nos presenta como estructural. En este proceso de transición se están generando constantemente nuevas formas de trabajo y nuevas realidades sociales a las que el legislador no es capaz de dar una respuesta eficaz. El futuro del trabajo es incierto, posiblemente en pocas décadas se superará la noción de trabajo que hoy en día tenemos y que nos ha venido acompañando los últimos dos siglos. El trabajo del futuro también viene marcado por la incertidumbre, aunque todo parece apuntar a que será un trabajo en el que jugarán un papel esencial las nuevas tecnologías, la sostenibilidad y la gestión del conocimiento.
Las tecnologías de la información y comunicación están cambiando las formas de organización del trabajo (teletrabajo, trabajo móvil..). En su opinión ¿Qué aspectos son los que dificultan un marco normativo de estas nuevas formas de organización del trabajo?
Sobre todo la ausencia de voluntad política para acometer esta tarea. Es cierto que resulta una labor compleja, por la novedad y mutabilidad constante de la realidad social. Nos encontramos diariamente con nuevas formas de trabajo, con nuevos contextos de difícil encuadramiento en nuestras categorías jurídicas tradicionales. Sin embargo, esta innegable dificultad no debe servir de justificación para la inacción del legislador. Lo mismo es predicable respecto a los agentes sociales, que no han sabido trasladar al ámbito de la negociación colectiva la regulación de estas nuevas situaciones. Se hace preciso un debate sereno y un proceso de reflexión que delimite unas bases mínimas o unos principios sobre los que debería asentarse el ámbito de las relaciones laborales del futuro. No se trata de generar una revolución jurídica de nuestros fundamentos laborales, pero tampoco de permanecer inactivos frente a una realidad socioeconómico que hoy en día ya ha superado nuestro marco normativo.
Con ocasión del Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo se publicó el libro “Organizaciones saludables: diez casos de éxito” (2016. Editorial Thomson Reuters ARANZADI, S.L.) del que es usted codirector junto a Carmen Soler Pagán. ¿Compartir las experiencias y casos de empresas que potencian el bienestar y la salud individual y colectiva de sus trabajadores favorece la expansión de una cultura preventiva que pone el foco en las personas?
Entendemos que sí. Uno de los modos de fomentar las buenas prácticas es mediante la divulgación. El libro presenta trece casos de éxito de empresas diversas, que han apostado decididamente por poner a la salud de las personas en el centro de todos sus procesos. El libro ha querido recoger experiencias de empresas de distinto tamaño y actividad, públicas y privadas, con el fin evidenciar que es posible generar entornos de trabajo seguros y saludables en cualquier ámbito de actividad y en cualquier tipo de empresa.
En realidad, el libro al que nos hemos referido en la pregunta anterior contempla 10+1 Casos de éxito; cierra el libro el caso de Grupo OTP – Oficina Técnica de Prevención. ¿Dar ejemplo es la única manera de influir en los demás, en sus clientes? ¿Es una muestra de coherencia asesorar a clientes sobre organizaciones saludables siendo una de ellas?
Parece evidente que la implantación de un modelo de gestión global como el de organizaciones saludables resulta mucho más eficaz si quien tiene que implantarlo conoce de primera mano las dificultades, los beneficios y los retornos que el mismo genera. Dar ejemplo desde la propia organización es un ejercicio de coherencia respecto a los clientes. Por ello, desde Grupo OTP – Oficina Técnica de Prevención se entendió que antes de trasladar el modelo de organizaciones saludables a los clientes, el mismo debía implementarse en la propia organización.
Participa en el Congreso Prevencionar moderando la mesa “Técnicos de Prevención ¿solos ante el peligro?” ¿Puede hacernos un adelanto de las cuestiones que se abordarán en la mesa y porqué los asistentes al Congreso no pueden faltar a ella?
Creo que va a ser una mesa muy útil para los técnicos de prevención, tanto por los ponentes que participan en ella, como por los contenidos que se tratarán en la misma. Se van a abordar los principales temas que preocupan a los técnicos de prevención en su tarea diaria: responsabilidades legales y éticas, problemas y soluciones en su acción diaria en relación con los clientes y con la propia organización, déficits formativos y formación continua, etc. Considero que es fundamental que los técnicos de prevención conozcan el alcance y significado de sus obligaciones y responsabilidades, y que se generen espacios abiertos y de debate en relación con estos temas. En este sentido, la mesa del Congreso Prevencionar será un espacio ideal para que todos los técnicos de prevención puedan compartir sus problemas, experiencias y éxitos en esta compleja, y muchas veces escasamente valorada, tarea que desempeñan.
¿Por qué cree que los profesionales del sector de la Seguridad, Salud y Bienestar en el Trabajo deben asistir al I Congreso Prevencionar?
El Congreso Prevencionar constituye un foro de debate que, por la calidad de los ponentes, difusión y temática, se presenta como un evento de referencia para los prevencionistas. La organización del evento, los ponentes, los expositores, los participantes, todo apunta a que el Congreso Prevencionar será un punto de encuentro idóneo para que los profesionales de la prevención compartan experiencias y conocimientos. Actualmente, puedo afirmar sin riesgo a equivocarme, que no existe ningún congreso en el ámbito de la prevención de riesgos laborales que tenga el alcance, calidad y orientación profesional del Congreso Prevencionar. Por todo ello, creo que es una cita ineludible para cualquier profesional relacionado con la seguridad y salud laboral.